jueves, 8 de octubre de 2009

Viena es una ciudad de extremos...

 lo cual quiere decir que hay cosas que molan mucho, y otras que no molan tanto. Por ejemplo, hoy fuimos a comer con nuestros compis de clase de alemán (nacionalidades varias) a un buffet chino de estos de come-todo-lo-que-puedas-hasta-que-te-duela-la-barriga que habíamos localizado en el extrarradio (cerca de mi resi vamos). El caso es que decidimos hacer tal exceso entre semana porque el precio marcado previamente eran 4.90 euros, lo que hasta un erasmus se puede permitir por comer hasta reventar. Hasta ahí todo bien: Viena mola.


Pero cuando terminamos de comer Viena dejó de molar, justo en el momento que pedimos la cuenta. Resulta que habíamos comido en dos mesas, en una de ellas los sanos habíamos pedido una botella de 2 litros de agua para todos, y en la otra los que van de guays habían pedido cuatro cervezas de medio litro (tamaño estándar en la zona), una por cabeza. Cuando llegó la hora de pagar le preguntamos al camarero cuanto costaba el agua (por eso de pagarla entre todos los de la mesa) y él, muy amable, nos escribió en un papel 11.20 €. Dijimos “ay pobre, es chino y no entiende el germaninglish” y le pedimos que nos lo volviera a escribir. Y el nada, solo señalaba el agua y decía 11.20 €.... Así que llegamos a la conclusión de que nos estaba timando en nuestras narices. Y mientras, los de la mesa de al lado (Peibol, un sueco, un coreano y otra spanish) pagaban 2.50 € por sus cervezas tan felices. Así es Viena amigos, una ciudad donde el agua vale más que la cerveza! Pero bueno, por lo menos nos dejaron llevarnos la botella de 2 litros (de plástico por cierto) vacía...gracias gracias gracias.


Lo bueno de que sea una ciudad de extremos es que el mismo día que pagas más de 10 € por una botella te compras una entrada para uno de tus grupos favoritos, de estos que como no conoce ni Harry es raro que se pasen por España, y mucho menos por Galicia. Así pues, ya tenemos nuestras entradas para The Slackers el 29 de octubre. Y porque no nos apeteció comprar también para Tom Jones, Green Day, Mando Diao, Franz Ferdinand, New York Ska Jazz Orchestra, Pet Shop Boys, Talco (!) y otras muchas estrellitas que se van a pasar antes de diciembre por la ciudad.





Y es que en el fondo las ciudades de extremos molan, y mucho!

2 comentarios:

  1. A estas alturas conviene saber que nadie da duros a cuatro pesetas, que resulta fácilmente traspasable a los tiempos del euro.
    Os deseo que no comierais cosas inconfesables....que éso puede ser peor que lo de la clavada con el agua.
    Bsssss

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  2. si q vai ser kro Viena, si, pero weno, asi tes unha nova anecdota para contar a tus hijos gemelos cuando crezcan :)
    LA lluvia en Galicia es una maravilla. he dicho.
    Bicos!

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