viernes, 29 de enero de 2010

"Sueño de hielo vienés"

Sé que había dicho que no actualizaba más hasta acabar los exámenes este lunes. Pero ayer hicimos un descanso en nuestro estudio y tengo que contároslo.

A las cuatro de la tarde la oficina de relaciones internacionales de la universidad  nos citó a todos los estudiantes internacionales delante del Rathaus (que viene siendo el concello de Viena). Como ahora termina el semestre y muchos se vuelven ya a su casa quisieron invitarnos a patinar sobre hielo para despedirnos. El caso es que como siempre que nos invitan suelen hacerlo a lo grande decidimos no rechazar la invitación por mucho que tuviéramos que estudiar. Y la verdad es que hicimos bien. 

Ya en la pista de hielo nos dimos cuenta de que los españoles somos de los menos entrenados en esto el hielo, pues parece que en Corea y Suecia se lleva mucho más lo de patinar. En la foto se nos ve a los internacionales con las dos chicas super-majas de la oficina de internacional (las de los extremos en la foto).



Pero bueno, hay que decir que dejamos el pabellón alto (o por lo menos no muy bajo). Peibol nunca había patinado sobre hielo pero pronto le cogió el tranquillo. Por mi parte, alguna vez me había dejado pasar por la pista cutre que ponían en Samil hace unos años así que ya pude atreverme con unas cuantas vueltas a lo Sissi.



El caso es que la pista de hielo no resultó ser una pista normal y corriente. Empezando por el hecho de que aquí como son así de elegantes le llaman “Wiener Eistraum” (algo así como “sueño de hielo vienés"). Haciendo honor a su nombre, más que una pista es un laberinto sobre hielo. Hay dos pistas grandes unidas por varios caminos por los que sólo se puede ir patinando y por supuesto respetando direcciones y señales. Además hay personal de seguridad que controla que nadie vaya en dirección prohibida y cosas de esas. Como podéis imaginaros, pasamos casi dos horas de un lado para otro y... casi sin caernos!



Después de eso vino lo mejor. A las seis de la tarde habían reservado (los de la oficina) sitio en el café Einstein, que es algo así como un café alternativo-pijo (porque sí, eso aquí se lleva mucho) en el que hay libros por las mesas, cafés pijos en plan Starbucks y comida vienesa de la rica. 



Como ya conocemos a los de la oficina no nos cortamos a la hora de pedir. Por ello no faltaron las crepes gigantes con Nutella, postres típicos vieneses, y por supuesto también salchicas tochas y carne típica austríaca cocinada de todas las maneras posibles. Todo ello regado con cervezas de mil clases y cafés ricos con nata y chocolates variados. ¡Algo bueno tiene que tener estar en una universidad privada!



Unas tres horas después las chicas de la oficina pagaron (algo más de 300€ según me pareció ver) y se fueron, así que se nos acabó el chollo y tocó volver a casa.

Llega ahora el momento de las despedidas. Tomas (el eslovaco se va mañana) y en breves también todos los coreanos. Una pena. Ayer el jefe de la oficina (un señor campechano muy majete) se despidió con una frase sencilla pero que tiene toda la razón del mundo:

“For those that are going to stay here next semester....we are looking forward to see you again. And for those that are leaving now....we are looking forward to see you again.” // "Para aquellos que váis a seguir aquí el siguiente semestre...estamos deseando veros de nuevo. Y para los que os marcháis ya...estamos deseando veros de nuevo.

martes, 26 de enero de 2010

Exámenes

En Viena hace frío. Hoy nos ha parecido entender en el periódico que esta noche va a haber un record de frío: -20ºC. Por suerte, yo estaré bajo mi manta cuando eso ocurra.


Hoy actualizo desde clase, mientras dos muchachos de nuestra clase hacen una interesantísima presentación en alemán en la que hay palabras del tipo "Dratloser Internetzuzang Sichtverbindung". Nosotros ya hemos hecho la nuestra  (a las 8 de la mañana por cierto) y al profe le ha gustado. Así que ahora toca estudiar para los dos últimos exámenes.


Bueno, me váis a permitir que no me extienda mucho y haga una corta actualización modo Twitter. El lunes termino los exámenes del WinterSemester, y será entonces cuando este blog vuelva a la normalidad.


Hasta pronto!

sábado, 23 de enero de 2010

El Danubio azul o El lago de los cisnes

Lo bueno de estudiar en Viena es que si vives en el extrarradio puedes permitirte el lujo de hacer un descanso del estudio e irte a dar un paseo por el Danubio.


Hoy, después de cinco horas descubriendo los misterios de los sensores capacitivos y demás, Fanni nos convenció para irnos a dar una vuelta por el barrio. Decidimos salir a las tres de la tarde para aprovechar los últimos rayos de sol y no congelarnos mucho.


Lo que nos encontramos al llegar a la orilla del Danubio fue una puesta de sol con un paisaje increíble, y a sólo 5 minutos andando de la resi!





Y los cisnes venga a hacer cosas bonitas...








Yo sacando fotos toda emocionada y mientras Peibol y Fanni flipando con el paisaje.




Mereció la pena no poder llevar guantes para sacar las fotos.








Había partes del río en las que los pobres se las veían crudas para encontrar agua no helada...




Todo esto con una sensación térmica de -12ºC





Y ahora, con la moral recargada después de una de las puestas de sol más bonitas de mi vida (ahí le andan las de las Cíes) toca volver a los sensoriks.





miércoles, 20 de enero de 2010

Época de cambios

Se acerca febrero y con él el fin del semestre. Después de seis exámenes hechos todavía nos quedan un par de ellos y una apasionante presentación sobre comunicaciones móviles implementadas con fibra óptica, que en inglés se dice más o menos igual, pero en alemán viene siendo la cosa más complicada.


El caso es que como termina el semestre empiezan los movimientos de gente. Para desgracia nuestra se nos va Tomas (el eslovaco) y por otra parte en nuestra planta la señora de Kenia vuelve a su país tras tres años en Viena. Esto último quiere decir que va a quedar libre otra habitación más en nuestra planta, lo que seguramente me dará tema para un par de entradas de blog cuando lleguen los nuevos inquilinos. Otra cosa buena de que se vaya es que a alguien tiene que dejarle su tele y demás utensilios de cocina. Así que como os podéis imaginar los paquistanís (que nosotros no eh?) han empezado a hacerle la pelota descaradamente.


Y ya que estamos hablando de cambios os cuento que ayer decidimos cambiar la hora de gym de los martes por una hora de sauna gratis en la resi. Porque sí, vivimos en el extrarradio pero tenemos gym y sauna. El cambio vino motivado por el hecho de que descubrimos que los martes era el día gratis para las chicas (el jueves es el día de los chicos). Además, lo de ir varios días seguidos al gimnasio últimamente nos estaba cansando demasiado...






Así que nada, aprovechando que teníamos la excusa de los exámenes decidimos tomarnos un descanso y espatarrarnos media hora a 70ºC. Por supuesto sólo Fanni (la húngara-alemana), la otra spanish y yo, que para algo era el día de las chicas. Y parece que volveremos, porque lejos de ser una sauna cutre resultó ser un auténtico complejo de relajación formado por dos vestuarios, duchas, zona de relax con tumbonas y cojines, y la sauna propiamente dicha.






El único fallo fue que fuimos muy dispuestas con nuestro bikini y nuestra toalla pero nos olvidamos de llevar algo para ducharnos/cambiarnos después. Así que con el modelito que tuvimos que usar para volver a nuestras habitaciones quedaó inaugurada la nueva temporada primavera-verano para El Corte Austríaco. -Nota: He decidido emborronar las caras de las modelos para evitar posibles "robos" de fotografías a manos de prestigiosas agencias de anuncios (así empezó Penélope Cruz) - 






Esto es todo, como pocos de vosotros/as adivinásteis la encuesta anterior os dejo con una más facilita para que intentéis adivinar qué nuevo dispositivo de alta tecnología hemos comprado para nuestra cocina.


domingo, 17 de enero de 2010

¿Quién dijo frío? (o dos frikis en la nieve)

El Santiago Pemán de Viena ya lo había anunciado: Hoy tocaba nieve.

Eran las seis de la tarde y nada, un frío del carajo pero por el momento ni nieve ni granizo ni nada parecido.

El caso es que a eso de las ocho, poco antes de nuestra hora social de fitness del día, empezaron a caer pequeños copitos y poco a poco (o copo a copo) la cosa se fue animando.

Y tanto se animó que empezó a cuajar, y claro, nosotros NO somos turistas, somos Erasmus. Pero cuando se trata de nieve nos volvemos más frikis que los japoneses en la catedral de Santiago. Y venga a andar por la nieve, que si una bola por aquí, que si una bola por allá. Y al final acabas en pantalón corto tirado en medio de la nieve...






Porque ante todo una cosa tenemos clara, por cuatro copos que caigan no vamos a dejar de ir al gimnasio en pantalón corto como buenos vascos gallegos que somos :).




sábado, 16 de enero de 2010

Gymkana internacional

El mes de enero en Viena (y probablemente en muchos más sitios también) viene siendo el mes de exámenes, lo que hace que mi vida social se vea ligeramente reducida a unas cuantas sesiones de gimnasio con los demás compis de la resi. Aún así de vez en cuando toca hacer una excepción, y por eso de que ayer era viernes y tampoco es plan de marginarse, bajamos a una fiesta que daba la única española de la resi (aparte de nosotros claro).


Hasta aquí todo más o menos normal, pero no. Aunque en un primer momento pareciera que se iba a tratar de una fiesta estándar en la sala de la tele, al final acabamos divididos en dos equipos (españoles por un lado y austríacos/no-españoles por el otro) jugando a juegos chorras de campamento. Y así, a lo tonto, disfrutando como enanos. El caso es que la organizadora de la fiesta y de los juegos al principio tenía miedo de que los austríacos no se animaran, pero el problema fue justo el contrario, se picaron de tal manera que al final los españoles acabamos mallados (ver foto).






Para que os hagáis una idea del nivel de los juegos os dejo una foto en la que podéis intentar adivinar las películas que se están “representando”. Entre ellas están Ice Age, Slumdog Millonaire, Solo en casa y La bella y la bestia.






Pero bueno, sin lugar a dudas el juego que triunfó fue el del teléfono estropeado. Para los no expertos en la materia se trata de un juego en el hay que pasarse una palabra/frase al oído diciéndola muy rápido y luego comprobar qué palabra/frase es la que llega al final de la cadena. El caso es que ese juego siempre ha sido un coñazo, pero cuando lo haces con palabras eslovacas, húngaras, españolas y alemanas, la cosa empieza a tener su gracia.






Pues ésta fue nuestra noche de ayer, que con la tontería se prolongó hasta las 3 de la mañana. Ahora toca estudiar a fondo los misterios del GSM e intentar encontrar una lavadora libre (así, hablando de todo un poco). Y nada, por si no os llega con jugar a las películas os dejo con una nueva encuesta. A ver si esta vez hay más suerte, ya que ne la anterior casi nadie acertó la magnífica pizza que nos hicieron los paquistanís. Que todo hay que decirlo, tenía guisantes gigantes y cosas raras pero estaba bien buena.


Nada más.

Por cierto: ¡buenos días! ...y por si no nos vemos luego: Buenas tardes y buenas noches.

jueves, 14 de enero de 2010

Operativo Especial

Creo que lo único bueno de empezar las clases a las 8 de la mañana es que a las 9h30 ya estás fuera y con todo el tiempo del mundo por delante para preparar el examen y la presentación de las 12h50, y de paso actualizar tu blog.


Pues bien, salíamos hace media hora de clase cuando nuestros estómagos decidieron poner en marcha la banda sonora que indica que no se ha desayunado y que ya van siendo horas. Decidimos pues ir al supermecado que hay al lado de la facultad: un Billa, que viene siendo algo así como el Froiz de Vigo o el Caprabo de Madrid*.






El caso es que teniendo en cuenta el frío que hace y el hielo marrón que todavía ocupa todas las calles de la ciudad, cada vez que decidimos salir de un edificio tengo (y digo tengo porque Peibol va de duro y le da igual congelarse) que poner en marcha un operativo especial. Como otra cosa no, pero contar tonterías se me da bien, me dispongo a describirlo a continuación.

  • Paso 1: Comprobar que tienes la pitrina subida (haga frío o no la verdad es que esto nunca viene mal).


  • Paso 2: Meterse la camiseta más interior que tengas por dentro de la ropa interior (los pantalones siempre se acaban cayendo un poco y luego te entra un virujillo por ahí que no veas).


  • Paso 3: Ponerse el abrigo.


  • Paso 4: Abrochar la chaqueta interna del abrigo comprobando antes que la parte más baja de la capa (chaqueta/jersey) más externa que llevas puesta sobresale  un poquito por debajo. En caso contrario puede ocurrir que al andar se te suba y pierdas una capa en la zona del ombligo.


  • Paso 5: Abrochar la cinta para proteger de la nieve que incluye el abrigo.


  • Paso 6: Ponerse la braga del cuello o la bufanda.


  • Paso 7: Abrochar la cremallera de fuera del abrigo hasta bien arriba dejando por dentro un 60% del total del ancho de la bufanda/braga.


  • Paso 8: Comprobar que el pantalón no arrastra por debajo de las botas. En caso contrario puede mojarse y/o congelarse con la consiguiente bajada de temperatura de tus extremidades inferiores.


  • Paso 9: Ponerse los guantes. NOTA: Si se desean emociones fuertes se puede hacer este paso al principio del operativo. En ese caso todo será mucho más entretenido pero tardaras al menos seis minutos más (comprobado).


  • Paso 10: Ponerse el gorro comprobando que ninguno de tus lóbulos orejiles queda al aire.


  • Paso 11: Mentalizarse para la diferencia de temperatura que vas a notar cuando salgas del edificio.

Pues esto es todo, estos once pasos son los culpables de que me levante diez minutos antes todas las mañanas y de que siempre intente convencer a Peibol de que sea él el que vaya al BILLA de al lado de la universidad.
Sed buenos.


*Nota de la Traductora

martes, 12 de enero de 2010

Por la boca muere el pez...

...y si no, que se lo digan al profe capullo que nos metió el dedo en la llaga ayer con nuestro primer examen del año. Se trató de un examen oral porque no estábamos en Viena para el examen del resto de la clase (a quién se le ocurre no estar en Viena el 23 de diciembre). Así que nada, Peibol y una servidora nos pasamos la mañana esperando por un profesor cuya máxima aspiración en la vida parece que es tocarle los milindringuis (del latín milindringus) a los Erasmus españoles. En fin, después de unas cuantas preguntas sin venir a cuento sobre sub-secciones de sub-temas que poco tenían que ver con la asignatura en sí terminamos con mal sabor de boca el primer examen del año, qué se le va a hacer.


Y continuando con bocas, gustos y sabores he decidido que todavía no voy a desvelar la encuesta del otro día, si bien voy a contaros con qué nueva delicia nos agasajaron nuestros vecinos los paquistanís. NOTA: Si creéis que últimamente nuestra relación con los paquistanís es casi puramente culinaria sí, tenéis razón. Pues resulta que como “Saiha” (pronunciado “Saijaaa”), que así se llama la niña, ha empezado a andar esta semana, decidieron celebrarlo haciendo un postre que estuvo cocinándose unas seis o siete horas. El caso es que pobre paqui (porque estos son muy modernos y el marido cocina) estaba dándolo todo removiendo una pasta extraña a la una de la mañana en la cocina. Y claro, yo como ahora que nos estamos quedando sin vecinos (por cierto el sueco era el de la derecha de la foto) soy super-maja con todos pues le estuve preguntando que qué llevaba, como se llamaba, etc. Así fue como me enteré de que era una mezcla de zanahorias machacadas, leche y azúcar a la que luego le iba a añadir almendras, pasas y alguna que otra cosa rara más.


Lo malo de tanta preguntita es que al día siguiente cuando le preguntamos de coña si todavía estaba cocinando el postre nos dijo que no, que ya estaba listo, y que nos iba a traer un poco para que celebráramos nosotros también que su hija sabe estar de pie (porque la verdad es que andar lo que viene siendo andar todavía le cuesta un poco).






Y en eso estamos que nos aparece el hombre con una pasta naranja de lo más extraña y que recordaba peligrosamente al postre que nos habían dado antes de navidades y que terminó en el contenedor de la esquina. Hay que decir que en el tiempo que tardó el hombre en traérnoslo a Peibol casi le da un soponcio creyendo que el señor iba a estar en la cocina mientras nosotros lo probábamos. Por suerte no fue así, tuvo la decencia de dejarnos solos con la exquisitez culinaria...que por cierto Peibol se comió enterita (porque lo que vengo siendo yo pasé mucho del tema...)






Así estamos, estudiando demasiado para ser Erasmus, probando postres extraños y poco a poco sustituyendo el Heimbar por el gimnasio para subir la cuesta de enero. Eso sí, en buena compañía (un par de eslovacos, la húngara y una spanish nueva) se hacen los abdominales mucho mejor.


Y para que os hagáis una idea de lo entretenidas que son nuestras horas de estudio os dejo con una frase que hemos intentado traducir (del inglés) durante más de media hora sin encontrarle ningún sentido. Espero vuestras aportaciones!


No non-prime attribute in the table is functionally dependent on a part (proper-subset) of a candidate key” => “No atributo no primo en la tabla es funcionalmente dependiente de una parte (subgrupo apropiado) de una clave candidata”.

domingo, 10 de enero de 2010

Volviendo al (otro) hogar

Pues aquí estoy, un año más. Llevo tres días intentando actualizar pero una avería en la interné de la residencia nos ha dejado incomunicados del mundo desde el viernes hasta el mañana como mínimo. Así que nada, toca estudiar en papel y nada de actualizar blogs ni tonterías de esas. Lo único bueno es que así se fomentan las relaciones sociales, y ayer éramos siete en el gimnasio improvisando una clase tipo aerobic pero con abdominales solo.


Por cierto, el otro día escribí una entrada desde el aeropuerto de París por eso de darle (aún) más internacionalidad al blog pero nada, una vez que pasamos el control de seguridad dejó de haber conexión. Así que aquí estoy, actualizando desde un Starbucks en el que te dejan internet gratis durante media hora si te tomas un super-café de 4 euros.


Sobre la vuelta, qué decir. Yo ya tenía ganas de llegar por eso de que como en Europa no se lleva lo de los reyes ya estaba todo el mundo por aquí. Lo malo es que cuando llegamos el viernes (a la una de la mañana) nos dimos cuenta de que el sueco y el chino se habían ido definitivamente. Ya lo sabíamos antes de llegar, pero hasta que nos encontramos las cosas que habían dejado para nosotros en la cocina no nos dimos cuenta de que este mes (hasta que venga alguien nuevo) las horas de cocina iban a ser mucho más aburridas. Lo único bueno de su marcha es que nos dejaron unas preciosas fundas de nórdico que ahora le dan mucho más colorido a mi habitación. La verdad es que los vamos a echar mucho de menos.






Y los demás vecinos, pues nos recibieron bien. Los paquistanís nos enseñaron nada más llegar como su bebé de quince meses está empezando a dar sus primeros pasos y la verdad es que es muy coñero porque ahora tu estás tan tranquila cocinando y de repente te aparece una niña que en vez de andar surfea y te mira toda contenta tardando media hora en llegar hasta donde tú estás. Como les traje de España un juguete para la niña se pusieron muy contentos y nos dieron algo que acababan de cocinar y de lo que os hablaré en próximas entradas (ver encuesta). Viendo los precedentes (un postre muy extraño que nos habían hecho en diciembre antes de marcharnos) tengo que decir que nos asustamos un poco, y más aún porque al estar todos cocinando en ese momento ¡no íbamos a tener donde meterlo si no nos gustaba! Pero bueno, de momento os dejo que intentéis responder la encuesta y ya os contaré como fue la cosa.


Poco más que contar, mañana tenemos el primer examen de la temporada de enero y si me he venido al Starbucks no ha sido solo por actualizar (que también), si no porque nos hemos acostumbrado demasiado rápido a tener el horario subido en internet y no lo tenemos ni anotado en la agenda. Vamos, que si no tenemos internet no sabemos las clases del día siguiente. Un poco triste, lo sé.






Esto es todo. Os dejo con una foto de la vista desde nuestra planta. Está todo cubierto de nieve y la verdad es que parecemos tontos siempre que salimos haciendo bolas y tirándolas para todas partes. Sin ir más lejos ayer cuando fui a poner la lavadora me quise hacer la graciosa y tiré a la ventana de Peibol una bola de nieve de tamaño considerable. El problema es que el viento (porque yo tengo mucha puntería) hizo que se desviara y diera de pleno en la ventana de la vecina de Kenia, que se encontraba en ese momento en la habitación. La verdad es que podía haberme quedado para decirle que había sido sin querer, pero en ciertas ocasiones el cuerpo no responde como debería y salí por patas para que no me viera...

En fin, espero que la próxima actualización ya sea desde mi habitación, que es mucho más confortable y tranquila que el Starbucks. Hasta pronto!