sábado, 31 de octubre de 2009

S.S. y S.S (Slackers, Skins y Sing Star)

Parece que esta puede ser denominada la semana de la música, cosa que nunca está de más.

Resulta que el jueves, después de haber ido el día anterior al concierto de una orquesta en casa de Sissi emperatriz, asistimos a un concierto de uno de los mejores grupos que existen hoy en día en EE.UU: The Slackers.






Fuimos con mi buddy (al que algún día le dedicaré una entrada porque es increíblemente majo) y cuatro amigos suyos, y la verdad es que estuvo muy bien. Sin contar los teloneros (un grupo austríaco que no lo hacía nada mal) disfrutamos de más de dos horas y media de música en la que tocaron hasta mi canción favorita (y no tocaron la de Peibol ^^). Incluso hubo un momento en que uno de los cantantes se arrancó en portugués, aquí podéis ver un vídeo que confirma que hizo lo mismo el año pasado en el mismo sitio.

Una cosa que nos dejó bastante flipados es el sitio donde se desarrolló el concierto, el Arena. Según llegas te encuentras con la fachada de una fábrica antigua (con chimenea incluida) llena de graffitis, vamos, que tiene buena pinta. El caso es que cuando entras al patio interior te da la impresión de que estás en el escenario de American history X, This is england o cualquier otra película de skins. Resulta que parece ser que este grupo le mola a los skins de Viena (aún no sabemos por qué) y había bastantes grupitos de gente con la camisa rapada, cazadoras Landsdale, camisas a cuadros, botas militares y tirantes. Mi buddy y sus amigos no se sorprendieron para nada, así que supusimos que es normal encontrarse skins así como así en los conciertos, pero yo por lo menos me quedé mucho más tranquila cuando nos cachearon a todos al entrar en el concierto!






Resumiendo el jueves: conciertazo. El único problema fue que al volver Peibol y yo cogimos un night bus  en la dirección contraria y no nos dimos cuenta hasta veinte minutos después. Vamos, que salimos del concierto a las doce pero no llegamos a casa hasta las dos y media. Qué pasa! Ver Viena de noche desde un bus a 3ºC no tiene precio!


Y por si no nos llegaba de acontecimientos nocturnos esta semana, ayer un amigo holandés nos invitó a una International Dinner en su piso. Fuimos los coreanos, el eslovaco, la japonesa, el sueco, sus compañeros austríacos, el propio holandés y nosotros, así que conseguimos que fuera una velada bastante internacional. Cada uno tenía que llevar algo típico de su país o algo que le gustara, así que Peibol hizo dos tortillas y yo contribuí con una exquisita tarta de galletas y chocolate, que no es tipical spanish pero triunfó! Lo malo es que entre unas cosas nos pasamos todo el día en la cocina, pero lo bueno es que le hice una mini-tarta a mi vecina la de Pakistán, que tan contenta quedó que hasta me pidió la receta :).


La cena no estuvo mal, hubo sushi, platos coreanos, pasta a la carbonara, canapés eslovacos, tortilla española, tiramisú y tarta de galletas. Lo “malo” es que una vez que sacaron la wii nos olvidamos de que estábamos allí para comer y empezaron los piques. Primero fue el Mario Kart, en el que todos los no habituales de estos juegos nos revelamos como bastante negados.






Pero lo mejor vino después, cuando llegó el momento Sing Star. Para los no entendidos, es una especie de karaoke en el que cantan varios a la vez y compiten por ver quien afina más. 







Al principio todos decíamos que no conocíamos las canciones y nadie quería cantar. Pero pronto comenzaron los piques y se disputaron auténticas competiciones Corea/Europa y cosas así.






Así que nada, después de tanta vida social toca un poco de estudio...que la semana que viene va a ser dura.


Por cierto, me váis a permitir que salude: “Tomas, I know you are there!! Thank you very much for your pictures :). It's a good thing for this blog that you bring your camera to all the places when I feel very lazy to bring mine. You are my best curba! … but if you want to continue being that don't forget to train for our future dance class ^^”.

jueves, 29 de octubre de 2009

De conciertos va la cosa

La verdad es que en la uni nos tratan bien...y todavía no sabemos porqué.


Hace unas semanas nos enviaron un email los de la oficina de internacional invitándonos a ir el 28 de octubre a un concierto en el palacio de Schönbrunn. Lo único que teníamos que hacer era apuntarnos porque iban a comprar las entradas en función del número de gente. Se supone que el concierto era a las ocho y media de la tarde, pero ayer por la mañana nos informaron de que el punto de encuentro era a las cuatro de la tarde en la puerta de la facultad.


Como somos unos mandados allí estábamos puntuales los cinco españoles, once coreanos, un eslovaco y un grupo de veinte o treinta chinos que no teníamos muy claro de donde salían. Según pudimos averiguar luego se trata de profes/investigadores de China que vienen una temporada a hacer cursos o algo así. El caso es que allí aparecieron los de internacional, nos montaron a todos en un bus y nos informaron de que nos dirigíamos a un heuriger cercano al palacio, donde nos invitaban a cenar (eran las cinco de la tarde pero ya era de noche) y a probar el vino local.

Después de una hora de trayecto en la que parecía que estábamos dando vueltas en círculos a la ciudad llegamos al heuriger, que vino siendo algo así como un furancho pero un poco más finolis. Allí pasamos un buen rato y además los chinos se fueron animando con las copas de vino, una cosa llevó a la otra y acabamos todos brindando por China, por Corea y hasta por Austria, qué coño!
Como a las ocho ya llevaban un rato sin traer más comida nos dirigimos todos al palacio, donde nos dieron a cada uno una entrada que había costado 59€ y ale, a escuchar buena música. A pesar de ser un concierto bastante turístico con temas clásicos conocidos del tipo Don Gioavannni y La flauta mágica no estuvo mal. El momento culminante fue cuando tocaron de último bis la findeañera Marcha Radetzky y, como ocurre en el Musikverein todos los unos de enero, el director se giró para dirigir al público, que acompañamaba entregado con las palmas. ¡ Si es que pa algo habíamos pagado 59€! -Tanya, te dedico esta exclamación-


A eso de las diez y media ya estábamos fuera, algo más culturizados y con ganas de ir a tomar algo, así que una de las chicas de internacional nos llevó a un bar de Jazz que había por allí cerca en el que había un grupo tocando en directo. Si es que cuando toca noche de música, toca. Estuvimos allí hasta las doce de la noche, hora a la que empiezan a pasar los últimos tranvías y metros por cada parada. Eso es lo “bueno” que tiene Viena: Como se cena a las cuatro de la tarde puedes permitirte ir a cenar, a un concierto, a tomar algo y estar antes de la una de la mañana en casa :).


Por cierto, como todavía no me han pasado las fotos os pego a continuación una imagen del concierto tal cual se promociona en internet, que aunque parezca mentira es exactamente igual en la realidad! Y nosotros que no llevamos camisa...en fin.






Para cambiar un poco de tema quiero informar que mis progresos en el arte de la cocina están dando amplios y perceptibles resultados. Hace un par de días, aprovechando unos pimientos típicos hungaros que había comprado en Budapest me atreví a hacer un gulash casero.Técnicamente no era un gulash porque tenía trocitos de salchicha y además no seguí ninguna receta... Pero a que tenía buena pinta?






martes, 27 de octubre de 2009

"Budapesh"

Ya estamos de vuelta...

Después de tres días en Budapest toca responder a la nueva encuesta, volver a comer salchichas y pelearse con los apuntes en alemán.

Sobre Budapest hay bastante que decir. Lo primero de todo tomad nota: Si alguna vez pasáis por ahí no estáis en “Budapest”, sino en “Budapesh”. Esto nos lo contó un guía supermajo que conocimos: se dice “Budapesh”, y solo los turistas con sandalias y calcetines dicen “Budapest”.






Lo segundo que debéis saber es que Budapest está formada por dos mini-ciudades antiguamente separadas: Buda (a la izquierda en el mapa) y Pest (a la derecha). El río que las separa no es otro que el Danubio, el mismo que pasa por Viena, y la vista desde cualquiera de los más de cinco puentes que unen ambas orillas es increíble, como podéis ver en la siguiente foto.






Budapest es una ciudad llena de edificios majestuosos y calles bonitas, en eso se parece a Viena. La diferencia para nosotros es que en Viena vamos a estar diez meses, y en Budapest solo estuvimos tres días, así que nos dedicamos a patear la ciudad de un lado a otro. Si alguien tiene dudas sí, me duelen los pies, y no, no me gusta ver ciudades ^^.... Pero el caso es que al final mereció la pena, ya que a base de patear pudimos disfrutar de vistas increíbles...






y aún nos sobró tiempo para visitar las termas de Szécheny. Se trata de unas piscinas (interiores y exteriores) de agua caliente la mayoría de ellas, en las que turistas y no turistas se relajan con chorritos y masajes varios. La verdad es que mereció la pena pagar los 3000 florines (unos 10 euros) que cuesta la entrada para un día entero. Y eso que solo estuvimos unas tres horas, pero la sensación de estar en bañador al aire libre (unos 6ºC) y meterte en agua a 37ºC no tiene desperdicio. - A ver quién encuentra a Pablo y a dos coreanos saludando en la siguiente foto -






Del hostel (por el que pagamos 12 euros por dos noches) no tengo fotos todavía. La habitación la compartimos con dos canadienses muy majas y un chico que no quería interactúar con nosotros (así que no sabemos de donde era). Para el precio que pagamos estaba muy bien, y además tenía una sala común decente en la que pasamos las dos noches haciendo amigos franceses, japoneses, y unos vascos que nada más vernos nos hablaron en euskera (porqué será)...


Nuestros compañeros de viaje fueron dos coreanos muy majos pero también muy peculiares. La verdad es que nos vinieron bien, ya que gracias a ellos (y para desgracia de mis pies) nos recorrimos todo Budapest. Ellos decían que probablemente fuera la última vez que lo visitaban y entonces tenían miedo de que les quedara algo sin ver.


También gracias a ellos hubo un par de momentos graciosos. Por ejemplo, la primera noche fuimos a cenar a una pizzería barata pero muy bien puestita, con mantel y copas de cristal. Pedimos una pizza cada uno y cuando empezamos a comer nos dimos cuenta de que ellos hacían un ruido extraño y bastante alto, como cuando masticas un chicle con la boca abierta. Pablo y yo nos miramos y decidimos que teníamos que aguantar la risa (cosa complicada). Un par de comidas y cenas después nos dimos cuenta de que en Corea (y no sé si en Asia entera) la gente come así para saborear bien la comida, y el caso es que si pruebas a hacerlo notas que sabe más, pero no, por el ruido que haces no merece la pena.


Otra cosa extraña fue cuando uno de ellos nos preguntó porqué el guía decía que Budapest es una ciudad post-comunista. Le dijimos que eso significaba que hace unos años había un sistema comunista gobernando, y él nos miró extrañado. Le preguntamos si sabía algo del comunismo, y nos dijo que sí, que eso significaba “ilegal”... Intentamos explicarle lo que nosotros (y todo el mundo) entendíamos por comunismo y él, vecino de Corea del Norte, nos miraba como si le estuvieramos hablando en chino. Cousas veredes...






Hubo un par de anécdotas más que nos hicieron comprender que nuestras culturas son muy diferentes. Hay que entender que sí, que nosotros nos asustamos del ruido que hacen al comer pero a saber cuantas cosas les extrañan a ellos, que por ejemplo cada dos por tres nos preguntaban si estábamos enfadados porque hablábamos muy alto entre nosotros.


En resumen, un viaje interesante en el que visitamos una ciudad con mucho encanto. Edificios majestuosos, tiendas de souvenirs por todas partes, calles bonitas y aún por encima todo más barato que en Viena (y que España). El problema es que los precios están baratos porque el nivel de vida es bajo, lo que quiere decir que si eres turista puedes comprar muchas cosas, pero si eres húngaro probablemente sufras para llegar a fin de mes. Se trata pues de una ciudad de extremos, en la que encuentras auténticos campamentos de gente pobre durmiendo en el metro. Gente que (a diferencia de nosotros) no quiere sacarse fotos en el parlamento, lo que quiere es que la gente que va allí todos los días haga su trabajo y saque al país de la miseria.


Este es un resumen corto de nuestros últimos tres días, en los que disfruté mucho pero también comprendí que a veces hay que mirar el mundo con otros ojos. Me sirvió además para darme cuenta de que ya estoy adaptada a Viena, porque cuando bajé del bus de vuelta me hizo ilusión volver a escuchar el alemán!! Creo que hasta puedo decir que lo echaba de menos...

+ fotos aquí

viernes, 23 de octubre de 2009

Un poco de historia

Hoy vamos a retroceder un poco en el tiempo, exactamente hasta el 4 de septiembre de 1683.
Por aquel entonces los turcos se la tenían jurada a Viena, así que para hacerse con el terreno y derrotar a todos los vieneses decidieron sitiar la ciudad. Llegó a las puertas de la ciudad un ejército de más de 100.000 turcos hambrientos de victoria, con la orden de no moverse de allí hasta que Viena fuera conquistada.


Duraba ya dos meses el sitio y los vieneses, como son así de chulitos, seguían con su vida normal de todos los días. Tan chulitos eran que llegó un momento en que los turcos se cabrearon. Y tanto se cabrearon que decidieron pasar a la acción, pero eso sí, con cuidado y disimulando. Comenzaron a planear el ataque a la capital, y tras mucho pensar se les ocurrió la idea de excavar unos túneles de acceso a la ciudad. La idea era que una vez terminados parte del ejército atacaría desde las mismas entrañas de Viena mientras que otras divisiones seguirían cercando la ciudad. Una ratonera, vamos.


El caso es que los turcos fueron muy cuidadosos, decidieron construír los túneles solo de noche, cuando la ciudad descansa, para evitar así que el enemigo se enterara de su estrategia. Pero no contaron con una cosa, y es que aún hoy en día en Viena no todo el mundo duerme por la noche. Hay un gremio muy consolidado en la ciudad, como es el de los panaderos, que se levanta a horas intempestivas para comenzar la jornada y tener así el pan listo a primeras horas de la mañana. Así ocurría también por aquel entonces, y precisamente fueron los panaderos los que avisaron al emperador de que por las noches escuchaban golpes y ruidos extraños debajo de sus pies.


Al recibir el aviso, el ejército vienés se puso en marcha y los turcos se vieron obligados a retroceder, abandonando así la estrategia del ataque subterráneo y continuando el asedio desde fuera. El por aquel entonces emperador de Austria, Leopoldo I, para agredecerles a los panaderos su ayuda, dicidió concederles una serie de privilegios, entre ellos el de poder llevar espada al cinto. Éstos, agradecidos, decidieron honrar al emperador con un bollo nuevo, único, especial... Se pusieron a fabricarlo sin más demora, y para cachondearse un poco de los turcos decidieron darle forma de luna.





Y así fue como en la Viena de 1683 (y no en Francia como muchos piensan) nació el primer cruasán. No tenían ni idea los panaderos de que su invento perdudaría a lo largo de los siglos y estaría presente en prácticamente todas las panaderías del planeta. Claro que por aquel entonces se llamaría kruasannen o algo así.



Esto es todo por hoy, y me despido hasta el lunes/martes que viene, porque como aquí el lunes es fiesta nacional, este fin de semana nos hemos organizado un viaje a...-ver encuesta-.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Cosas de resi

El hecho de que nuestra residencia esté (ligeramente) en el extrarradio de Viena tiene sus ventajas. Como ya os comenté alguna vez tenemos el IKEA a tiro de lapo. Además ahora hemos descubierto también un Mediamarkt (porque no somos tontos ;)) a un par de paradas de tranvía y un HOFER al que se puede ir andando. Probablemente os quedáis igual que estábais pero aquí el HOFER cunde mucho! Viene siendo algo así como una mezcla entre el Familia y el Día de España, pero aún más cutre y más barato (no en relación a España por supuesto, sino en relación al resto de supermercados vieneses).


Pero como (aunque parezca mentira) no solo de consumir vive el hombre (y la mujer), hoy os voy a hablar del resto de ventajas (quasi gratuitas) que tiene nuestra resi. Resulta que a la hora de diseñar los distintos edificios que la componen no se acordaron de incluír un salón para convivir o una sala para hacer fiestas. Sin embargo sí que se acordaron de poner una sala de fitness con mesa de tenis de mesa ^^, una sala de música con tres pianos, un gimnasio y un rocódromo. Así como lo leéis amigos y amigas, tenemos un rocódromo en la residencia! Hasta ayer no me había atrevido a pedir la llave porque sospechaba que está concebido solo para escaladores expertos con carnet de escalador o algo así. Pero no! Ayer mientras estaba sudando en el gimnasio nuestro amigo eslovaco Tomas y una amiga suya me convencieron para ir a probar, así que allí fuimos. Os dejo con una foto que demuestra mi estilo en vertical, aunque en mi defensa tengo que decir que los tenis de mega-escaladora me quedaban un poco grandes.






En cuanto al gimnasio (yo aquí digo “gym” porque suena mucho mas chic) está bastante bien. Tiene una hora punta (entre siete y ocho de la tarde) en la que si vas tienes que esperar por las cosas pero haces amigos y practicas idiomas, así que mola. Además tiene una tele en la que puedes poner los míticos programas de la MTV (siiii, en inglés) que vienen siendo una mezcla de Fama, Gran Hermano y Física o Química todo junto. Así que sí, mola mucho :).






Cambiando un poco de tema, tengo que reconocer que la encuesta anterior fue demasiado fácil, ya que casi todos acertásteis sin problema que el pan en Viena es carísimo (como muchas otras cosas) y lo venden de todos los colores y tamaños. Pero ya veréis como no lo tenéis tan fácil con la siguiente encuesta!

lunes, 19 de octubre de 2009

Libertad

Lunes. Cinco y media de la tarde. Estación de metro Spittelau. Viena.


Es hora punta, como si fueran las ocho o las nueve en España. Todos salen de trabajar y quieren llegar pronto a casa. Aún por encima hace frío, así que la gente camina deprisa, sin perder tiempo analizando lo que ocurre a su alrededor.


Mientras, yo espero al lado de las máquinas expendedoras de billetes, el lugar acordado para encontrarme con mi nuevo tándem. Tengo un poco de frío y me da pereza ponerme los cascos, así que para amenizar la espera me entretengo intentando adivinar las historias que cada uno de los transeúntes guarda en su cabeza.


Pasan los minutos, y ciertamente me doy cuenta de que he llegado muy pronto a la cita. Pero de repente ocurre algo que acapara mi atención y me impide volver a acordarme de la hora por un rato. A mi izquierda, alejados unos veinte metros, cuatro policías acaban de detener a dos hombres de unos treinta años. Ambos van bien vestidos y aparentemente no se han metido con nadie. Están sorprendidos por la parada, si bien se muestran correctos y, aunque no oigo lo que dicen, parece que acatan todas las órdenes de "la autoridad".


En un primer momento me imagino que se trata de un control rutinario, pero pasan los minutos y las cosas se empiezan a poner extrañas. Dos de los policías parecen ser meros aprendices, se quedan a un par de metros de los detenidos siguiendo atentos cada uno de los pasos de sus maestros. Uno de éstos llama por el móvil con la documentación de los detenidos en la mano, mientras el otro empieza a registrar las dos bolsas que les han requisado. Las vacía tirando su contenido al suelo sin poner mucho cuidado en ello. Al poco tiempo el jefe cuelga el teléfono, parece que no está muy contento con el resultado del registro, guarda el móvil en el bolsillo y se dirige a los dos detenidos, que por sus caras deduzco que empiezan a asustarse un poco.


Deciden comenzar cacheándolos, con especial interés, de arriba abajo y de un lado a otro. Como parece que no encuentran lo que esperan (o quieren) encontrar les mandan descalzarse. Una vez descalzos les hacen quedarse en camiseta y les siguen cacheando. Todo esto a unos 3ºC. Mientras tanto la gente sigue entrando y saliendo de la estación. Tienen prisa. Hace frío. Nada más importa. Pasan ejecutivos trajeados, estudiantes y también un par de tipos con pinta de tener más rayas encima que Pocholo en sus peores (mejores?) momentos. Uno de los policías se fija especialmente en uno de ellos, pero no dice nada, para qué? Ya tiene con quien entretenerse.


Un rato después los polis que mandan llegan a la conclusión de que no van a encontrar nada en esos chicos, que como poco mañana estarán resfriados. Supongo que les dicen que se vistan, recojan sus cosas y continúen por donde vinieron. Les acercan sus bolsas de una patada y sin despedirse ni pedir disculpas siguen su camino. Les siguen los dos novatos, como los patitos siguen a mamá pato, aprendiendo maneras y estilo. Están orgullosos. Dentro de unos años serán ellos los que detengan a los malos.


Tras esta escena aún me quedan unos segundos para pensar antes de que llegue mi tándem. Pienso en que es extraño que la autoridad pueda elegir arbitrariamente a quien humillar en plena calle, sin que nadie se interese ni haga nada por evitarlo. Quizas los escogieron a ellos por tener la cabeza rapada, aunque sería raro porque eso está muy de moda en Viena. Teniendo en cuenta que no se habían metido con nadie, no tenían pinta de yonkis y aún por encima iban bien vestidos...solo queda una opción, seguro que obvia para muchos de los que en ese momento giraron la cabeza hacia otro lado al entrar en la estación. Les tocó a ellos por ser diferentes, negros para más detalles.




Dicen que tu libertad termina donde empieza la de los demás, pero está claro que hay países donde la libertad de unos no ocupa lo mismo que la de otros.

domingo, 18 de octubre de 2009

Cosas de casa

Nuestra nevera todavía está hecha una mierda. Y como somos diez a utilizarla nos estamos aliando para hacer la revolución. Mañana mismo vamos a ir a la administración de la resi a exigir que si ponen carteles diciendo que quitemos las cosas porque la van a limpiar: la limpien de verdad! Todos juntos en comandita, a las barricadas!


Y claro, que menos que conozcáis a mis compañeros de revolución.


Por un lado, compartiendo la pared de mi derecha, están los pakistaníes. Son una pareja maja con un bebe de once meses que abre mucho los ojos pero que de moemnto solo dice “Bababababa”. Hablan urdu entre ellos e inglés perfecto con el resto de la gente. Él lleva aquí viviendo tres años y ella llegó el año pasado, así que son los que se conocen todo el cotarro. A pesar de que tienen nevera en su habitación (que es doble) nos apoyan en nuestra revolución. El otro día la señora (que es la que cocina) hizo un postre a base de cuscús y azúcar superrico. Lo estaba preparando para ellos pero cuando terminó nos acercó un plato y nos dijo toda maja “no sé si me ha quedado bien, pero si queréis podéis comerlo”. A Peibol y a mí, que en ese momento estábamos degustando una elaborada sopa de sobre, se nos abrieron los ojos como platos y entre baba y baba acertamos a decir “ay que riquiñaaaa, cenquiu cenciu”. Esta pareja también nos aporta algunos datos interesantes, como los Outlets más escondidos de la zona, y alguna que otra conversación extraña: Estaba yo el otro día fregando y la señora pakistaní (de la que todavía no sabemos su nombre) cocinando alguna otra cosa rica, y así como quien no quiere la cosa me suelta:

-  “Are you muslim” // “ Y vosotros que sois, musulmanes?”.

-  “What is that?” // “Que es eso?” (es que con el acento no le había entendido)

 “Muslim!!!!!! Is a religion! Don't you know it?” // “Muslim!!!!! Es una religion! No la conoces?” (fipando un poco)

-  “Ah Ok! I didn't understand that word!! Well, mmm, technically we don't have any religion” // “Estooooo, buenoooo, técnicamente no somos nada”.

-  “Ahhh” // “Carambas”

- “But in Spain almost all the people is catholic” // “Pero en España casi todo el mundo es católico”

-  “Ahhh, I see” // “Ahh, ya veo”.

- “And what about you? Are you muslim?” // “Y vosotros? Sois musulmanes” (pregunta obvia por mi parte ya que la chica lleva velo a todas horas).

-  “Yes yes, we are” // “Si si, lo somos”.

-  “Ok. What are you cooking?” // “Aja, que estás cocinando?”.

-  ...etc...


La otra pared de mi habitación la comparto con una señora de unos cuarenta años, que parece maja pero no se deja ver mucho. No sabemos de donde es ni a que sé dedica. Y por lo menos deberíamos preguntarle su nombre porque como es negra a veces nos referimos a ella como “la negra” y coincidiréis conmigo en que queda un tanto despectiva la cosa. Por otra parte, todos los domingos sale muy arregladita por la mañana y vuelve a la hora de comer, suponemos que va a misa o algo así pero de momento no hemos tenido oportunidad de interactuar mucho con ella.


En la habitación de enfrente hay una habitación doble donde viven un chino y un sueco, que no se conocían de antes. El chino es un personaje al que solo se le puede describir con un vídeo (todo llegará). Resulta que habla bastante bien inglés, pero como quiere aparentar que habla mejor habla muy rápido, y se atora, con lo que se hace muy difícil entenderle. Por otra parte no importa mucho si le entiendes o no, porque es de estos que no calla. Una vez le respondí en castellano a una pregunta que me hizo y siguió hablando como si nada. Un personaje vamos.


El sueco con el que comparte habitación es un cuatro por cuatro jugador de balonmano de Suecia. A pesar de su apariencia de tipo duro nos dice que echa mucho de menos a su familia. El pobre no lleva aquí ni mes y medio y ya voló a Suecia para pasa allí unos días con papi y mami. Es majo pero no entendemos como consigue convivir con el chino, ya que si el otro no calla éste no es de mucho hablar (igual ahí está el truco). Con este chico nos pasa una cosa curiosa, y es que nos lo encontramos siempre en la parada de bus por la noche, cuando volvemos después de salir. Es gracioso porque Viena es muy grande y tiene unas quince líneas de buses nocturnos, pero volvamos a la hora que volvamos siempre está él en la misma parada que nosotros (que cada vez es una parada diferente) volviendo a casa también. Yo empiezo a pensar que nos espía.


Hasta aquí os he presentado a los vecinos con los que vamos a hacer la revolución mañana. Luego hay un par de ellos más que deben hibernar durante el día y salir por la noche porque todavía no los hemos fichado. Más adelante os hablaré de los vecinos de gimnasio (porque sí, la resi tiene gimnasio) y por supuesto de los vecinos-personajes en general, que también hay unos cuantos.


Y para que no os vayáis de vacío, os dejo una foto explicativa de porqué no debéis meter un nórdico en la lavadora. Como no sabíamos lo que iba a ocurrir la manta que aparece en la foto de la izquierda no es exactamente el mismo nórdico, pero es simplemente para que comparéis el tamaño de como era, y como quedó.



viernes, 16 de octubre de 2009

Macrocena involuntaria

Ayer tuvo lugar un fenómeno extraño en nuestra cocina: cenamos a la vez que nuestros vecinos de cocina, compartiendo la comida y aún por encima a la hora española. No suena mal, pero el problema es que nos obligaron a ello.


Empezaré por el principio. Resulta que este lunes apareció un cartel rojo en la puerta de la cocina que nos avisaba de que el viernes (uséase hoy) iban a limpiar a fondo la nevera (y se supone que la cocina). Lejos de ser un cartel meramente informativo, era más bien una orden directa: “Todo lo que nos encontremos el viernes en la nevera será convenientemente eliminado”. En un principio no nos causó mayor complicación, simplemente decidimos ir comiendo yogures y demás cosas frías a lo largo de la semana para evitar que pasara lo que al final nos pasó a casi todos. El caso se que ayer a eso de las diez de la noche llegamos a la cocina y nos encontramos con una escena bastante curiosa: Nuestros vecinos el chino y el sueco estaban sacando sus botes de aceitunas, quesos y fruta de la nevera y comiéndoselo todo directamente del bote, ya que como nos dijo el chino: “Antes muerto de empacho que tirar comida” (igual no dijo exactamente eso pero es que tampoco se le entiende mucho cuando habla).


Viendo el panorama decidimos unirnos a la fiesta culinaria, y nos preparamos una macroensalada con cinco tomates y media tonelada de piña en almíbar acompañada por manzanas, queso fresco, maíz y dos salsas diferentes. Todo ello mientras nuestro amigo el sueco nos ofrecía uvas y pepinillos. Un cachondeo vamos.


El caso es que una cosa es comer ensaladas de cinco tomates y otra muy distinta comerte medio bote de mantequilla, un brik de leche y un paquete de queso rallado, que todavía quedaban en la nevera. Como nuestros estómagos empezaban a quejarse de tanta mezcla extraña de comida decidimos pensar (pensar! y eso que ya pasaban de las diez de la noche) y encontrar una manera de conservar las cosas que no fuera la de confiar en la compasión del limpiador de neveras de turno.


Y no hizo falta pensar mucho. Teniendo en cuenta el frío que habíamos pasado durante todo el día y que los primeros copos de nieve del invierno habían estado cayendo durante un par de horas por la mañana, llegamos a la conclusión de que “quién quiere nevera cuando vive en un congelador!” Así pues, cogimos todo lo que quedaba, lo metimos en una bolsa del Froíz (con denominación de origen) y la colgamos de la ventana.






Sé que no queda nada fina la cosa, pero resultó efectiva, pues hace unos minutos, cuando decidimos que ya era hora de devolver las cosas a la nevera “recién limpiada”, todo estaba perfectamente conservado e incluso demasiado frío!


Una lástima no habernos dado cuenta antes de la macrocena buffet de ayer por la noche...pero es que es muy difícil pensar con el estómago vacío!


Por cierto, por si alguien lo dudaba la nevera sigue igual que estaba, solo que un poco más vacía. No habrá sido un truco para fomentar la convivencia entre los vecinos?

miércoles, 14 de octubre de 2009

Hace frío, mucho frío.

… así de repente han bajado las temperaturas y ahora estamos a 5 de máxima y 2 de mínima (porque no, aquí lo de oscilar no se lleva).


Pero como aquí el invierno dura ocho meses no se puede dejar la rutina por mucho que la temperatura baje 15 grados de un día para otro, así que ayer volví a tener clase de circo. Si si, ese circo que muchos de vosotros habéis tratado de adivinar donde está y casi ninguno habéis acertado! Por si acaso no me creíais, y para justificar el emplazamiento de las clases ayer me llevé la cámara, pero como hacía tanto frío y está en el Danubio no pude sacar muchas instantáneas. Os dejo con una para que podáis ver bien el barco donde tengo clase todos los martes :).






Lo sé, es muy raro, yo también estuve un rato peleándome con Google Maps cuando me plantaba el puntero en el medio del río. Y yo pensando, a ver , que es una clase de circo, no puede ser en el Danubio...pues sí, ahí mismito, y como os podéis imaginar al lado del río hace un pelete importante !


Sobre mis mejoras en las artes circenses puedo decir que ayer probé un par de cosas nuevas y llegué a hacer malabares andando sobre una pelota gigante. De todas formas aún me queda mucho por aprender, para que os hagáis una idea de la cantidad de gente que domina cosas que yo ni siquiera he probado podéis ver la siguiente foto, que viene siendo ya el interior del barco/polideportivo.






Cambiando de tema, hoy a las ocho (plena noche ya) tenemos “Coktail Lounge, meet your neighbors” // “Sala de coktail, conoce a tus vecinos” en nuestra residencia. Así que si conseguimos abrigarnos lo suficiente como para no sufrir congelaciones en los 20 metros que nos separan del “bar” de la resi iremos. Todavía no está muy claro el significado de “coktail lounge”, pero por supuesto allí estaremos puntuales para saludar a nuestros vecinos con una cesta de galletitas en la mano en plan peli americana,


Así que mañana más y mejor.

lunes, 12 de octubre de 2009

Semos españoles

...y como españoles que somos nos dejamos comprar por unos cuantos pinchos de los buenos.


Gracias a todos vosotros, inocentes contribuyentes, hoy nos hemos puesto las botas (en ambos sentidos). Y es que ya ha llegado el frío y la lluvia, así que nos ha tocado abrigarnos (y por supuesto ponernos guapos) para caminar hasta la embajada a las seis de la tarde (ya casi de noche por supuesto).






Y una vez allí? Pues primero hemos tenido momento seguridad en el que han comprobado nuestra identidad y me han quitado la cámara :(. Después ha venido el momento protocolario, en el que dos señoras y tres señores (parece ser que la señora embajadora y demás anfitriones) nos han ido dando la mano uno por uno, con una sonrisa forzada en plan “sé que sois erasmus y os habéis puesto camisa solo para comer jamón del bueno, gañanes.” Pero bueno, mereció la pena, ya que una vez cumplidos todos los trámites burocráticos pudimos acceder (por fin) al salón principal, donde una mesa de más de quince metros nos estaba esperando. Por haber había empanada, queso con piña, jamón del bueno con jamonero cortando jamón durante dos horas seguidas, croquetas, tartaletas de espinacas, de ensaladilla, de pisto, de crema de queso, chorizo, salchicón y lomo del bueno, bocadillitos vegetales, sandwiches variados, bollos preñaos, albóndigas, gambas rebozadas, sin rebozar, calamares, patatas con salsa, saquitos con aceitunas, butifarra, empanadillas... y todo ello acompañado de Rioja (parece ser que del bueno), vino blanco, cerveza, zumo de naranja, agua SIN gas, té helado y refrescos...






Aunque me quitaron la cámara sí que conseguimos colar una de las pequeñas, y por eso puedo poneros ahora un par de fotos para que os hagáis una idea. Y menos mal, porque como podéis ver el jamonero con tirantes a juego con la ocasión no tiene desperdicio,






Y el ambiente que se respiraba? Pues después de mucho observar al personal llegamos a la conclusión de que había tres grandes grupos de asistentes al evento bien diferenciados, que describo a continuación:
  • Trabajadores de la embajada: Todos trajeaditos, sonriéndole a todo el mundo y pasando bastante de la comida (yo creo que es porque luego todo lo que sobra se lo meten en tuppers y pa casa).
  • P.Ps (Patriotas Pijos) convencidos: Pijos residentes en Viena que se pasan todo el año esperando este momento para lucir a sus hijos pijos con polo de Lacoste y sonreírle a las personalidades. Por supuesto pasan mucho de la comida evitar que se les quede entre los dientes, mantener la línea y causar así buena impresión.
  • Erasmus hambrientos que meten una camisa/blusa en la maleta solo para la ocasión: Como ya habréis adivinado (intrépidos lectores), ahí estábamos nosotros. El modus operandi de este grupo radica en llegar cinco minutos antes para ser los primeros en llegar a la mesa grande, pillar buen sitio (entre las croquetas y el fiambre) y no moverse de ahí en dos horas.


Así que nada, ya véis que por un par de pinchitos nos ponemos camisa y hasta gritamos Viva España (que por suerte no hizo falta). Pero que conste que en su momento también cantamos “We are from Austria” y si la ocasión lo merece diremos todos los “Vivas /y el nombre de un país\” que hagan falta! Si total, ya lo dijo Martín (Hache), la patria es un invento.


“Eso de extrañar, la nostalgia y todo eso es un verso. No se extraña un país, se extraña un barrio en todo caso pero también lo extrañas si te mueves a diez manzanas. El que se siente patriota o se cree que pertenece a un país es un tarado mental, la patria es un invento. (…). Uno se siente parte de muy poca gente, tu país son tus amigos y eso sí se extraña.

domingo, 11 de octubre de 2009

Los domingos son para ir a misa...

...porque si no vas a misa te queda mucho tiempo libre, y luego pasa lo que pasa.


Resulta que a Peibol le tocaba cortarse el pelo hoy, y claro, como yo tengo mi navaja de cortarME (a mí, solo a mí) el pelo pues decidimos/decidí que antes de que se pasara la maquinilla como habitualmente hace podía experimentar un poco con él, por eso de matar el rato. Pero claro, Hyunsang Ahn, uno de nuestros amigos coreanos, decidió hace unos días que tenía el pelo demasiado largo, y como aquí las peluquerías son mucho más caras que en Corea, no se le ocurrió otra cosa que pedirle a su amiga la falsa peluquera (esa soy yo) que le cortara el pelo! Como podéis imaginar le dije que no, después de explicarle que NUNCA le había cortado el pelo a alguien que no fuera yo. Pero claro, insistió mucho y una no es de piedra! Así que ayer le dije que si de verdad quería que se pasara hoy y les cortaba el pelo a los dos...


A continuación os pongo el antes y el después para que juzguéis vosotros mismos. Aunque hay que decir que Pablo se rajó/acojonó cuando solo le había cortado solo un lado de la cabeza y decidió pasarse directamente la maquinilla, así que como podéis ver quedó mucho más guapo Ahn.








En mi defensa tengo que decir que los instrumentos de peluquería con los que contaba eran más bien escasos, y por si no me creéis aquí tenéis la prueba.


-



Pero eso no fue todo, parece ser que hoy era el día de experimentar cosas nuevas. Así que decidimos invitar a Thomas, nuestro vecino eslovaco de la resi, a comer auténtica tortilla-española-pseudo-vienesa, o lo que es lo mismo: tortilla con salchicas dentro. Como se vino otra chica de la uni eramos cuatro a comer, así que decidimos hacer dos tortillas, y por supuesto, la segunda la hizo Thomas, el solito (con la supervisión de Peibol). Y si ya es gracioso ver a un eslovaco dándole la vuelta a la tortilla por primera vez más gracioso es aún que lo haga con un delantal en el que pone “Rice with chicaros, new patacas, rechicken of Betanzos, e máis cebolas”....que tiene gracia ya de por sí, pero no veáis lo que nos costó explicarle el chiste!






Nada más por hoy, mañana es el día de la patria, y como buenos spanish que somos (?) nos iremos a la embajada a comer por el morro!


Camera café en Austria...

Una vez más ha quedado demostrado que llevar el diccionario al comedor suele ser importante, y eso que esta vez no tiene nada que ver con la comida.


Resulta que el viernes disfrutamos de un almuerzo en el comedor de la facultad en compañía de más estudiantes de intercambio, y claro, como a Peibol le apetecía un café, no se por qué otra española (A.) y una servidora (B.) nos ofrecimos a ir a buscárselo la máquina. No se trata de una máquina convencional, si no que tú pides el café y luego vas con él a la caja a que te cobren. Para facilitar un poco la lectura intentaré reproducir más o menos los diálogos que tuvieron lugar.


A.Lo quería solo no?
B. - Sí, pero hay que echarle azúcar.
A. - Pues elige la cantidad antes de seleccionar el tipo de café mejor.
B. - Ah vale, pues debe ser esto de aquí, que al lado tiene un número. Como pone 1 y el máximo es 12 le pongo 9.
A. - Vale.



(diez segundos después)


A. - Oye no debería parar ya de salir café?
B. - Bah, igual es que le pusimos que fuera largo sin querer


(cinco segundos después)


B. - Coño que se está acabando el vaso y el café sigue cayendo!!!
A. - Pues pon otro vaso!
B. - No que si no nos cobran dos cafés y solo queremos uno!
A. - Pues vamos a quitar el vaso y a ver lo que pasa.


(2 segundos después el café sigue cayendo aún sin haber un vaso debajo y B. y A. continúan mirando para la máquina como si fuera un alien)


A.- Oye que se está inundando la máquina!!!


(risas)

B. - Schhhh no hagas ruido que como venga la señora de la caja a ver qué pasa nos mata.


(3 segundos después el café sigue cayendo sobre el recipiente donde debería estar el vaso).


A. - Es que empiezo a pensar que igual el 8 que seleccionaste antes no era el azúcar y era el número de cafés.
B. - Qué dices!
A. - Si mira porque ahora pone un 5, lo que quiere decir que está decreciendo y que aún va a hacer 5 “cafés” más!
B. - Pero si no hay vaso debajo y se está inundando todo!!


(risas primero, y después crisis y cara de póker para evitar que la señora de la caja nos vea y sospeche que le estamos escarallando la máquina).


Unos minutos después la máquina deja de escupir cafes que ningún vaso recoge y nos dirigimos con nuestra mejor cara de inocentes y un vaso chorreando y lleno hasta los topes a la caja, eso sí, con los ojos húmedos de tanto reír.


Señora de la caja. - Was ist das? // que es eso?
B. - Eine kaffe // Un café.
Señora de la caja.Das is nicht eine kaffe, das sind zwei kaffe. // Eso no es un café, eso son dos cafés.
B. - Ok , Ob Sie mochten, ich “pay” zwei kaffe // Bueno, si usted quiere le pago dos (más que nada porque la máquina ha hecho otros siete y no te has enterado)
Señora de la caja. - Ah so, fur heute es ist egal, aber nact tage nür eine in eine glasse // Vale, por hoy da igual , pero el próximo día solo un vaso por café.
B. y A. - Ok, danke danke danke //Vale, gracias gracias gracias.


Y por suerte así quedó la cosa, no sabemos si la máquina quedó seca después de inundarse con 8 cafés que ningún vaso recogió pero por lo menos no tuvimos que pagarlos.


Acabamos de volver del Sturmish tage //Día del Sturm, que viene siendo algo así como una calle en las afueras llenas de puestitos en los que los vecinos venden postres y demás comidas típicas, acompañadas por supuesto de Sturm, un vino casero que sabe a mosto y que aquí beben en todas partes. Pero no os cuento más hasta que me pasen las fotos y pueda documentarlo como es debido.


Os dejo mientras con una foto graciosa de la Welcome party de la semana pasada en la que tenéis que adivinar quien es la europea y quien la asiática ;).



jueves, 8 de octubre de 2009

Viena es una ciudad de extremos...

 lo cual quiere decir que hay cosas que molan mucho, y otras que no molan tanto. Por ejemplo, hoy fuimos a comer con nuestros compis de clase de alemán (nacionalidades varias) a un buffet chino de estos de come-todo-lo-que-puedas-hasta-que-te-duela-la-barriga que habíamos localizado en el extrarradio (cerca de mi resi vamos). El caso es que decidimos hacer tal exceso entre semana porque el precio marcado previamente eran 4.90 euros, lo que hasta un erasmus se puede permitir por comer hasta reventar. Hasta ahí todo bien: Viena mola.


Pero cuando terminamos de comer Viena dejó de molar, justo en el momento que pedimos la cuenta. Resulta que habíamos comido en dos mesas, en una de ellas los sanos habíamos pedido una botella de 2 litros de agua para todos, y en la otra los que van de guays habían pedido cuatro cervezas de medio litro (tamaño estándar en la zona), una por cabeza. Cuando llegó la hora de pagar le preguntamos al camarero cuanto costaba el agua (por eso de pagarla entre todos los de la mesa) y él, muy amable, nos escribió en un papel 11.20 €. Dijimos “ay pobre, es chino y no entiende el germaninglish” y le pedimos que nos lo volviera a escribir. Y el nada, solo señalaba el agua y decía 11.20 €.... Así que llegamos a la conclusión de que nos estaba timando en nuestras narices. Y mientras, los de la mesa de al lado (Peibol, un sueco, un coreano y otra spanish) pagaban 2.50 € por sus cervezas tan felices. Así es Viena amigos, una ciudad donde el agua vale más que la cerveza! Pero bueno, por lo menos nos dejaron llevarnos la botella de 2 litros (de plástico por cierto) vacía...gracias gracias gracias.


Lo bueno de que sea una ciudad de extremos es que el mismo día que pagas más de 10 € por una botella te compras una entrada para uno de tus grupos favoritos, de estos que como no conoce ni Harry es raro que se pasen por España, y mucho menos por Galicia. Así pues, ya tenemos nuestras entradas para The Slackers el 29 de octubre. Y porque no nos apeteció comprar también para Tom Jones, Green Day, Mando Diao, Franz Ferdinand, New York Ska Jazz Orchestra, Pet Shop Boys, Talco (!) y otras muchas estrellitas que se van a pasar antes de diciembre por la ciudad.





Y es que en el fondo las ciudades de extremos molan, y mucho!

martes, 6 de octubre de 2009

Había una vez un circo...

...en el que to quisqui hablaba alemán!!!!

Pero aún así no ha estado mal. Ya casi sé andar sobre una pelota gigante y subir por unas telas que cuelgan del techo. Para más adelante dejo la misión de mejorar mi equilibrio sobre el monociclo y hacer piruetas en una cama elástica. Las fotos llegaran cuando haga suficientes amiguitos en el curso como para decirles que si me sacan fotos. Bueno, y también cuando sepa guardar el suficiente equilibrio sobre los chismes como para que las fotos no me salgan movidas.

Por lo demás, hoy hemos iniciado una guerra en la cocina. Resulta que entre nuestros enseres personales se encuentran tres platos llanos y tres platos hondos (ver entrada anterior dedicada al IKEA), uno de los cuales compré expresamente en el todo a cien de la esquina para cuando vino a comer mi tándem. Vamos, que los tenemos todos controlados. El caso es que hace unos días que echamos en falta mi plato hondo favorito. Al principio no le dimos mucha importancia, pero cuando empezamos a contar las demás cosas nos dimos cuenta de que también faltaban un tenedor y un cuchillo (!). Anonadados nos quedamos entonces cuando en la nevera nos fijamos en un plato hondo con dos salchichas medio podres que llevaba ahí exactamente el mismo número días que hacía que echábamos en falta nuestro querido plato. No hizo falta llamar a los de CSI para hacer un análisis y determinar que ése era el plato desaparecido, ya que cuando solo tienes tres platos hondos los conoces a la perfección.

Como os podéis imaginar, el siguiente paso fue tirar a la basura las salchichas podres y recuperar nuestras cosas, iniciando así una guerra imaginaria contra alguno de nuestros vecinos que esperemos (por el bien de la convivencia) no continúe. Por si acaso decidí colgar un par de post-ist, post-its o post-it's (?) y un cartel avisando amablemente a los usuarios de la cocina de que el comunismo no existe en esta cocina, si no que es más bien un rollo cada-uno-a-su-bola-a-mi-no-me-toqueshh. Para que veáis que no iba en plan borde y hasta le puse colorines os dejo la foto.





Ya que me llevé la cámara a la cocina, aproveché también para sacar una foto que estoy segura que hará que mi padre (experto descongelador de frigoríficos y descongeladores) venga a visitarme antes de lo previsto. Y es que parece ser que aquí lo de limpiar la nevera (o frigo ;)) está mal visto. Así que nada, cada vez que se mete algo hay que hacer un amago de jugar al tetris para intentar colocar todo sin que toque la emergente capa de hielo del fondo, ya que si no se congela. -fijarse especialmente en la foto en el bote de mahonesa que a saber cuando tiempo lleva ahí incrustado-.




Cambiando de tema, casi todos acertásteis que en Viena para comprar el periódico solo tienes que meter un euro en una cajita que está en la calle y cogerlo sin más. Si si, sin cadenas de por medio ni nadie que vigile. Sé lo que estáis pensando, eso en España: imposible! Ya os pondré una foto un día de estos para que lo veáis con vuestros propios ojos.

Esta encuesta fue fácil, pero la que he puesto hoy es sólo para expertos...

Mañana más y mejor!

lunes, 5 de octubre de 2009

Modernidades estresantes

Creo que ya os había contado alguna vez que la universidad en la que estamos es privada (osea-pija-que-te-cagas). Pues poco a poco me voy dando cuenta de que eso tiene algunas que otras (des)ventajas (todavía no está claro lo que es cada cosa).

Resulta que los estudiantes no tenemos un horario fijo que se repite una semana tras otra, aquí son más de escapar de la rutina e ir de originales, así que cada semana te cambian el horario. Y diréis, cómo sabemos entonces lo que nos toca cada día? Buena pregunta. Resulta que cada semana debemos comprobar en nuestro rincón personal de la página de la universidad que horario tenemos, ya que éste se va actualizando automáticamente según las preferencias de cada profesor. Y claro, como te lo pueden cambiar de un momento a otro si el profe en cuestión tiene que irse de viaje o algo así pues tenemos unas maquinitas sueltas por la facultad en las que, previa identificación con la famosa tarjetita (sin-la-cual-no-eres-absolutamente-nadie-en-esta-uni), te dicen amablemente qué clases tienes  y en qué aula.


A veces tanta modernización electrónica no funciona tan bien, cosa que pudimos comprobar hoy por la mañana. En nuestros horarios ponía que teníamos una apasionante clase de Sensoriks a las 9h40 de la mañana en el aula 1.08, y sin embargo allí a las 9h45 no estaba ni el señor de mantenimiento. Después de mucho investigar nos confirmaron que (oh Dios mío!!) había habido un cambio que el profesor se había olvidado de notificar a los estudiantes internacionales, y la clase se había pasado para la semana que viene... ejem..

Para que veáis un ejemplo del semi-caos que se puede montar, pego a continuación la captura de pantalla de mi horario de esta semana, en la que definitivamente tendré muuucho tiempo para traducir apuntes:






y una captura de pantalla de mi horario dentro de la primera semana de diciembre, que será bautizada como la S.S. (Semana de los Sensores), ya que todos los recuadritos blancos y amarillos que véis corresponden a la asignatura de Sensoriks que tanto me gusta ….(cri)...






Pues eso, un día más no dejáis de aprender cosas nuevas sobre mi maravillosa universidad para pijos, en la que van de modernos con horarios virtuales pero luego no tienen licencia para acceder a los artículos del IEEE...


Nada más queridas y queridos, mañana empiezo mi curso de circo! Así que seguramente tendré muchas cositas que contar.

domingo, 4 de octubre de 2009

Choo Seok, día de Acción de Gracias coreano

Yo pensaba que el día de Acción de Gracias solo existía en yankilandia, pero parece ser que no.

Resulta que en Corea tienen un equivalente: el Choo Seok, que no es otra cosa que una excusa estupenda para reunirse con las familia alrededor de la mesa y comer comida típica coreana. Así que nada, como nuestros amigos coreanos no tienen aquí a su familia decidieron invitarnos a una cena típica a mesa puesta, y aún por encima en nuestra residencia.

La hora de inicio estaba fijada para las siete de la tarde y en la cocina estuvimos hasta hace un rato, jugando a juegos coreanos de dar palmas y decir números y a juegos universales en plan asesino, porque sí, conseguimos jugar al asesino (o mafia) con quince personas de siete nacionalidades diferentes alrededor de la mesa.
En cuanto a la comida, me explicaron en qué consistían todos y cada uno de los diferentes platos típicos pero ahora por mucho que lo intento no consigo recordar ni un solo nombre! Había algo parecido a Sushi que en vez de pescado tiene...otras cosas de por allí. También una carne con fideos semi-transparentes que no sé porqué sabía dulce y demás cosas extrañas que supongo que tardaré en volver a probar. Para daros un poco de envidia os dejo una foto de una de las dos mesas que utilizamos para el banquete.





El único problema es que ahora nos va a tocar organizar una cena española algún día de estos, y entre los tres españoles que estábamos hoy parece que no llegamos más allá de la tortilla y la sangría! De momento espero que no se enteren de que el 12 de octubre es la fiesta nacional, a ver si podemos alargarlo un poco y así aprender a hacer algo típico (como siempre, se aceptan sugerencias).

Nada más, ahora toca dormir para que mañana sea un día productivo. Además, la noche de ayer , con nuestra primera Erasmus Party oficial fue larga y dura. Pero bueno, hoy fue divertido ver la cara de los coreanos cuando les dijimos que volvimos a las seis de la mañana (parece que allí volver a la una ya es trasnochar).

No todos los días celebra una su primer acción de gracias, y menos aún coreano, así que os dejo con una foto para que veáis a los invitados! Entre ellos está representado Japón, Tailandia, Corea, España, Suecia, Holanda y Austria (podéis intentar adivinar quién es quién).



viernes, 2 de octubre de 2009

"Semos" herejes

Hoy nos hemos cambiado de bando. Así, como quien no quiere la cosa nos reunimos los “international students” de la Technikum (nuestra-uni-super-privada-que-te-cagas) y decidimos pasarnos por la “Welcome Evening” de la Tesniche University (otro-rollo-de-uni-más-en-plan-universidad-normal-española). Allí nos acogieron como si fueramos de la familia, junto a otros setenta Erasmus apróximadamente, y nos invitaron a una cena a base de bocadillos y zumo de uva (cuanto menos interesante).


La velada termino hace una hora, con todos corriendo hacia la estación de metro para intentar pillar el último y evitar así coger el bus nocturno (todavía no sé cuantos/as lo conseguimos).


Y no, no me olvido de resolver la anterior encuesta! El caso es que no me gusta, porque casi todos acertásteis que el Red Bull lo inventó un austríaco, Diestrich Mateschitz para más datos. Eso hace que aquí el Red Bull se venda hasta en las farmacias y to quisqui esté hiperactivo todo el día, cousas veredes...


Mañana toca día de estudio/traducción de apuntes, así que me váis a permitir que os deje con el merchandaising de nuestra uni de adopción (que no sé que les pasa aquí con los bolsos)  y me vaya a soñar con los angelitos vieneses.






Y no dejéis de responder a la nueva enecuesta, que esta vez no será tan fácil!