Parece que esta puede ser denominada la semana de la música, cosa que nunca está de más.
Resulta que el jueves, después de haber ido el día anterior al concierto de una orquesta en casa de Sissi emperatriz, asistimos a un concierto de uno de los mejores grupos que existen hoy en día en EE.UU: The Slackers.
Fuimos con mi buddy (al que algún día le dedicaré una entrada porque es increíblemente majo) y cuatro amigos suyos, y la verdad es que estuvo muy bien. Sin contar los teloneros (un grupo austríaco que no lo hacía nada mal) disfrutamos de más de dos horas y media de música en la que tocaron hasta mi canción favorita (y no tocaron la de Peibol ^^). Incluso hubo un momento en que uno de los cantantes se arrancó en portugués, aquí podéis ver un vídeo que confirma que hizo lo mismo el año pasado en el mismo sitio.
Una cosa que nos dejó bastante flipados es el sitio donde se desarrolló el concierto, el Arena. Según llegas te encuentras con la fachada de una fábrica antigua (con chimenea incluida) llena de graffitis, vamos, que tiene buena pinta. El caso es que cuando entras al patio interior te da la impresión de que estás en el escenario de American history X, This is england o cualquier otra película de skins. Resulta que parece ser que este grupo le mola a los skins de Viena (aún no sabemos por qué) y había bastantes grupitos de gente con la camisa rapada, cazadoras Landsdale, camisas a cuadros, botas militares y tirantes. Mi buddy y sus amigos no se sorprendieron para nada, así que supusimos que es normal encontrarse skins así como así en los conciertos, pero yo por lo menos me quedé mucho más tranquila cuando nos cachearon a todos al entrar en el concierto!
Resumiendo el jueves: conciertazo. El único problema fue que al volver Peibol y yo cogimos un night bus en la dirección contraria y no nos dimos cuenta hasta veinte minutos después. Vamos, que salimos del concierto a las doce pero no llegamos a casa hasta las dos y media. Qué pasa! Ver Viena de noche desde un bus a 3ºC no tiene precio!
Y por si no nos llegaba de acontecimientos nocturnos esta semana, ayer un amigo holandés nos invitó a una International Dinner en su piso. Fuimos los coreanos, el eslovaco, la japonesa, el sueco, sus compañeros austríacos, el propio holandés y nosotros, así que conseguimos que fuera una velada bastante internacional. Cada uno tenía que llevar algo típico de su país o algo que le gustara, así que Peibol hizo dos tortillas y yo contribuí con una exquisita tarta de galletas y chocolate, que no es tipical spanish pero triunfó! Lo malo es que entre unas cosas nos pasamos todo el día en la cocina, pero lo bueno es que le hice una mini-tarta a mi vecina la de Pakistán, que tan contenta quedó que hasta me pidió la receta :).
La cena no estuvo mal, hubo sushi, platos coreanos, pasta a la carbonara, canapés eslovacos, tortilla española, tiramisú y tarta de galletas. Lo “malo” es que una vez que sacaron la wii nos olvidamos de que estábamos allí para comer y empezaron los piques. Primero fue el Mario Kart, en el que todos los no habituales de estos juegos nos revelamos como bastante negados.
Pero lo mejor vino después, cuando llegó el momento Sing Star. Para los no entendidos, es una especie de karaoke en el que cantan varios a la vez y compiten por ver quien afina más.
Al principio todos decíamos que no conocíamos las canciones y nadie quería cantar. Pero pronto comenzaron los piques y se disputaron auténticas competiciones Corea/Europa y cosas así.
Así que nada, después de tanta vida social toca un poco de estudio...que la semana que viene va a ser dura.
Por cierto, me váis a permitir que salude: “Tomas, I know you are there!! Thank you very much for your pictures :). It's a good thing for this blog that you bring your camera to all the places when I feel very lazy to bring mine. You are my best curba! … but if you want to continue being that don't forget to train for our future dance class ^^”.