Yo me cago en la señora S

Y por señora S me refiero a L_nda H_mpel…pero mejor llamarle señora S. Por eso de que algún día a todos nos ha dado por poner nuestro nombre en Google y ver lo que sale, y claro, vale que este humilde blog no aparezca mucho en los buscadores, pero os podéis imaginar lo que ocurriría si la señora S llegara hasta este blog?

Pues bien, la señora S es nuestra asistente en la universidad. Nos la asignaron porque la mayoría (cuatro de ocho) de nuestras asignaturas pertenecen al máster del que ella es secretaría, así que ale, los españoles como son tontos y no protestan se quedan con la asistente ñorda. El caso es que el primer día que la conocimos ya sufrimos un antiflechazo. Se trata de la típica MQMF que se cree guapa y va toda emperifollada y estirada como si le hubieran metido algo por cierto sitio. Pero vamos, que a mí me da igual la pinta que tenga, lo que quiero decir es que ya apuntaba maneras de ser ligeramente encefalograma plano.

La primera vez que abrió la boca confirmó nuestras sospechas, ya que sus palabras (aproximadamente traducidas) fueron: “Ay, jaja, Ay, jaja jiji, jusijias…Tengo que ponerme con vuestras matrículas”…y ahí ya fue cuando dijimos “Oh Dios mío”…

Hoy, siete días después, recordamos ese momento y nos arrepentimos de no haber escapado a tiempo. Y es que ahora deberíamos estar en nuestra segunda clase en la Technikum Wien, y en lugar de eso aquí estoy, comiéndome un peladillo mientras escribo en el blog. Y vosotros, curiosos, os preguntaréis: Por qué? Pues por un cúmulo de despropósitos todos ellos provocados (cómo no!) por la señora S, allá van:

- Para ir a clase es imprescindible aparecer en la lista del profesor, nosotros no aparecemos.

- Para saber a qué hora y dónde tienes clase tienes que ver tu horario en tu sitio de internet, y el nuestro está en blanco.

- Para que los asistentes de otros máster te matriculen en las asignaturas que quieres hacer tu asistente (en este caso la señora S) debe ponerse en contacto con ellos antes de que se cubran todas las plazas, y la señora S no lo hizo.

Conclusión: Hoy a las 17h50 empezaba una de las asignaturas más importantes que debemos hacer aquí pero no podíamos ir porque no salíamos en la lista. Por si había alguna opción fuimos diez minutos antes a hablar con el jefe del máster al que pertenece dicha asignatura. Dicho señor resulto ser un ingeniero con traje que parece ser que vive en su despacho, ya que cuando nos abrió la puerta salió a recibirnos su labrador moviendo la cola. Huelga decir que el perro contaba con su propia cama dentro del despacho y sus cuencos para pienso y agua. Peibol asegura además que se fijo en que había una batería por allí tirada y yo creo que si nos ponemos a buscar encontramos una cocina fijo. El caso es que dicho señor decidió que no merecía la pena dedicarnos mucho tiempo: “No sois austríacos => Tenéis una asistente que os resuelva vuestros problemas => Vuestra asistente resulta ser una inepta pero me da igual => Estáis aquí sólo 10 meses => No vais a hacer mi máster entero => Las asignaturas que queréis hacer están completas y no aparecéis en la lista => Paso de vuestra mierda”…

Así que nada, después de darnos de cabezazos durante los veinte minutos que tardamos en volver a la residencia ya hemos hecho todo lo que podíamos hacer: Hemos enviado emails a todas las personas que se nos ha ocurrido (incluyendo la señora S) y yo he escrito esta entrada para desahogarme un poco y manteneros al corriente.

De todas formas, si no se pueden hacer asignaturas, no pasa nada!! Siempre me podré ganar la vida con lo que aprenda en el curso de circo en el que me matricule hoy después de hacer dos horas y media de cola :)

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(papá, mamá: podéis volver del soponcio: es brooooooma)

  

Por cierto, antes de la crisis administrativa de esta tarde tenía pensado hablar de otra cosa, así que la foto de hoy no viene a cuento pero es bonita igual.