A falta de dos días para volver a casa aprovecho un rato libre y me siento delante del portátil dispuesta a escribir la que va a ser mi última entrada de blog. Una entrada que cierra todas las demás, menuda responsabilidad. La entrada número 115 después de diez meses (con alqún que otro parón) en los que vosotros, fieles seguidores y seguidoras, os habéis pasado por aquí más de 5000 veces, dejando algo más de 400 comentarios.
Tengo que reconocer que para mí este año ha sido algo totalmente nuevo. No sólo estar de Erasmus, que ya se da por hecho que es una experiencia única e irrepetible, sino también el hecho de ir contando poco a poco a todo aquel que quisiera pasarse por aquí lo que me iba ocurriendo. Tengo que reconocer que en ciertos momentos mi vida diaria se ha visto afectada por la necesidad de actualizar, ya que más de una vez aquí me han escuchado decir “porqué no vamos a tal sitio y llevo la cámara y así luego lo cuento en el blog?”, o “me voy a dar una vuelta con la bici a ver si saco fotos chulas para el blog”. Vamos, que puedo decir que para bien o para mal, “el blog” ha sido un compañero más de mi vida Erasmus.
Casi diez meses han pasado desde aquella primera entrada el 9 de septiembre, en la que con los nervios en el estómago os contaba que tenía la maleta llena y los billetes del avión encima de la mesa. Hoy también tengo los billetes de avión preparados aunque la maleta todavía no está hecha. Demasiadas despedidas por aquí me quitan tiempo y por ello la tarea de hacer la maleta se va aplazando sin remedio. A pesar de ello sí tengo otras cosas llenas, como por ejemplo la lista de nuevos amigos con los que seguiré manteniendo el contacto, o las ganas de empezar cosas nuevas que quién sabe, tal vez algún día me lleven a escribir un nuevo blog.
Sin extenderme más me despido dándoos las gracias a vosotros, que habéis hecho posible que este blog haya salido adelante. Con vuestros comentarios (ya fueran positivos, negativos o neutros) habéis contribuido a que no perdiera las ganas de seguir desbarrando en estas páginas virtuales. También le estoy agradecida a aquellos visitantes que nunca habéis dejado un sólo comentario. A pesar de ello muchos de vosotros sí participabais en las encuestas y (aún puede que sin querer) siempre quedaba marcada vuestra huella virtual en las estadísticas de visitas.
Bueno, a pesar de que ya llega el final os dejo con una encuesta sencilla, más que nada para no perder la costumbre. En este caso todas las respuestas son verdaderas, así que no hay posibilidad de fallar.
Esto es todo, amigos, amigas. Me despido de vosotros sabiendo que, al igual que a toda la gente de aquí, os voy a echar mucho de menos. La gente, el blog, los vecinos, las clases en alemán... Me da pena saber que todo termina, pero también me despido con ilusión, ya que los resultados conseguidos y la experiencia vivida no hacen más que llenarme de ganas de empezar más y más cosas nuevas.
Como decían Truman en cierta película: “Buenos días... y por si no volvemos a vernos: Buenos días, buenas tardes y buenas noches.”