martes, 22 de junio de 2010

Eslovenia, un viaje de contrastes.

Lo sé, no era muy difícil adivinar nuestro destino. Esta encuesta era fácil: nos fuimos de viaje a Eslovenia. Por cierto, esta vez no hubo problemas con los albergues ya que al ir a ciudades y pueblos relativamente pequeños la oferta no era muy amplia: o te ibas a un albergue pijo o a uno medio pijo. Tengo que decir que aunque este detalle hizo aumentar ligeramente nuestro presupuesto al final mereció la pena, ya que viajar a lo pijo es muy cómodo.

La primera parada fue un pueblecito costero de Eslovenia, que era precisamente eso: muy pequeñito y con mucha costa, como podéis ver en la siguiente foto.



Ya, yo también pensé que Eslovenia no tenía costa pero parece ser que tiene asignados unos cuantos (pocos) kilómetros entre Italia y Croacia. El caso es que este pueblo, conocido como Piran, resultó ser una villa costera de lo más pausada llena de jubilados que todas las mañanas se levantan para hacerse sus largos en el mar Adriático. Vamos, lo ideal para el relax.



Además, tuvimos suerte con el hostel, ya que nos dieron la única habitación con terraza privada en el ático, desde la que teníamos una vista privilegiada y además pudimos disfrutar del atardecer un par de noches.



El pueblo y los alrededores nos los recorrimos sin problema en tres días. Nos dio tiempo a bañarnos, a visitar los pueblos vecinos, el puerto, etc.



La siguiente parada en la ruta fue Ljubljana -se escribe raro pero se dice “Liubliana”-, ciudad de visita obligada por ser la capital. Tiene encanto y es pequeña, ya que a pesar de ser capital el país a fin de cuentas no tiene más de 2 millones de habitantes.



La ciudad nos la recorrimos sin problema en menos de dos días y nos sobró tiempo, pero así pude aprovechar para comprarme un chubasquero ya que el tiempo empezaba a torcerse y las tormentas nos estaban volviendo locos. En media hora las nubes negras iban y venían alternando sol radiante con rayos y lluvia intensa. Lo bueno es que eso hacía que el cielo presentara a veces colores extraños, como se puede ver en la siguiente foto.



A esas alturas del viaje ya habíamos tenido ración de mar y de ciudad, así que nos tocaba la montaña. Por ello nos dirigimos al lago Bled, un lago impresionante rodeado de montañas, muy cerca de los Alpes Julianos (que no se porqué se llaman así). El caso es que el tiempo no acompañó para nada y estuvo lloviendo todo el tiempo, con lo que la cosa se nos chafó un poco. Aún así pudimos subir en bici hasta unas cascadas muy chulas, en medio de un paraje que nos recordaba (por lo verde y por la lluvia) sin duda a Galicia.



Y bueno, por lo menos el primer día pudimos pasearnos un rato sin paraguas.



En cuanto al lago en sí nos lo recorrimos bajo la lluvia (se tarda algo más de hora y media en rodearlo a pie) y eso sí, nos prometimos volver cuando pasáramos por allí cerca, ya que nos quedó mucho por hacer.



Y nada, aquí termina el resumen de este viaje en el que conocimos un país desconocido para muchos. Muy baratito, con un idioma que a veces se parece al italiano y una gente de lo más amable. En siete días combinamos mar, ciudad y montaña, en un viaje en el que nos pusimos morenos y a la vez tuvimos que comprar ropa de lluvia. Un cachondeo vamos. 

Por cierto, para los chulitos/as que se quejaban de la facilidad de la anterior encuesta dejo una encuesta complicada. A ver quién acierta.

Y para despedirme ya por hoy, os dejo con una foto relajante la terraza privada en Piran, que yo titularía sin duda alguna VACACIONES :-).

5 comentarios:

  1. Menudo viajecito os habéis pegado eh! Y sí, la verdad es que los eslovenos son gente muy maja :D

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  2. Joer, que bien te lo estas pasando capulla...por cierto hasta cuando dura esta aventura vuestra?no se os está acabando...??jejeje

    Saludos!

    Sandra F.V.

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  3. Bueno, una pena lo del tiempo...pues la gozada de ir andando hasta la islita del medio del lago (cosa que OTP y una servidora hicieron el verano pasado) está fenomenal.No dices nada de lo bien y barato que se come en las "gostilnas" que son como fondas populares con un horario continuado, desde las 10/11 de la mañana hasta las 10 de la noche, por lo que cuando nosotros íbamos a comer, a veces pasadas las cuatro de la tarde, alguno de ellos ya estaba cenando...pero sin problema. En definitiva que Eslovenia bien vale la pena. Apurad bien el tiempo que os queda.

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  4. Los duendes de la imprenta, que se decía antes. A la palabra nadando le cambias el orden de las dos primeras letras y pone andando, cosa que no es posible hacer para llegar a la islita del medio del lago... como se dice en el comentario anterior. Pero seguro que todos os habíais dado cuenta....

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  5. se parece mucho a las entradas de tus padres en los blogs de las excursiones, cuanto te pareces a ellos mi ma, y pensar que con 15 años jaime logró traumatizarte :)
    terminé los examenes :), ahora si :)
    Bicos

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Una cosa te voi dicir: