jueves, 3 de diciembre de 2009

Como quisiera poder vivir sin horno.

Siete de la tarde. Yo tan tranquila en mi habitación con una diferencia de 21 grados respecto a la temperatura exterior, las piernas en el radiador, el flexo encendido y los apasionantes apuntes del examen de mañana bien esparcidos por la mesa...cuando ocurre algo extraño. De repente un tufillo a castañas asadas se empieza a colar por mis fosas nasales. Al principio no le doy mucha importancia y pienso “anda mira, alguien está asando castañas en la cocina”, hasta que unos minutos después (mientras el tufillo se empieza a convertir en fuerte-olor-a-semi-quemado) se me enciende la bombilla (!) ”pero si no tenemos horno, cómo van a estar asando nada????”.


Me voy entonces a la cocina con la excusa de hacerme un sandwich para ver qué está pasando y esto es lo que me encuentro (he decidido que en este caso una imagen vale más que mil palabras):






Y no, no es que nadie se hubiera olvidado de usar una cacerola, es el último grito en utensilios de cocina: el nuevo horno-vitrocerámica.


Sé lo que estáis pensando, no son castañas sino berenjenas... pero aún así aquello olía a magosto total.


Cousas veredes....

3 comentarios:

  1. o.o
    O.o
    O.O

    Begooo, huye de ahí mientras puedas. Qué loquería xDDDDDD

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  2. castañas........ mi ma.....
    bego, el okapi ha estado escribiendo el PFC!!!!!!!!!! fliiiiipalo

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  3. Como quisiera poder vivir sin horno?¿?¿??¿

    Y luego soy yo el "flipaden"....

    Alvaro

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Una cosa te voi dicir: